Walter acaba de cumplir veintiún años. A pesar de los diversos desafíos espirituales por los que ha pasado, Walter sigue asistiendo a la iglesia, empeñado en luchar por su fe. Ahora lo acompaña su joven esposa, Aisha. Además de haberse criado en un hogar donde se le inculcaron los principios de la fe adventista, Walter posee otra característica común a todo joven nacido en este país: le cuesta mucho hablar el español. Y en el caso de su esposa, ella no lo habla del todo. Sin embargo, ambos siguen buscando cultivar una relación con Dios dentro de la iglesia adventista hispana de Nampa. Walter y Aisha son tan solo una muestra de los desafíos que nuestra congregación, al igual que cada congregación hispana en el territorio norteamericano, enfrenta para ministrar a sus jóvenes de segunda generación.
Pero el año 2010 encendió la chispa de un nuevo proyecto para la obra adventista de Idaho: Anita Bermúdez, líder del ministerio de jóvenes y Moisés Morales, otro joven dinámico a quien el Señor bendijo con el don del liderazgo, han dado inicio a una iglesia para jóvenes de segunda generación. El Sábado 23 de Enero más de treinta jóvenes se congregaron para inaugurar este proyecto. Ahora Walter no acude al templo para sentarse en la última banca, sino que, guitarra en mano, está pendiente de llegar muy temprano para preparar, junto con su líder Alex Gallegos, el servicio de canto. Simultáneamente, otros jóvenes están consagrando sus talentos al servicio en una forma que hasta ahora no imaginaban era posible.
Mientras tanto, a trescientas millas de Nampa, en la parte suroeste del Estado de Idaho, el Espíritu Santo ha estado haciendo su obra en forma quieta pero incontenible. Y como resultado, una nueva congregación hispana ha venido a la existencia. El Sábado seis de Marzo los administradores de la Asociación de Idaho, en compañía del Pr. Edwin López, coordinador de la obra hispana de esa Asociación, organizaron oficialmente el nuevo grupo hispano de Idaho Falls. Con una asistencia regular de cincuenta personas, esta nueva congregación muy pronto aspirará a ser organizada en iglesia. El caso de Idaho Falls es tan solo la primicia de lo que el Señor se propone hacer en el suroeste de Idaho. En efecto, las señales abundan indicando que esta región está lista para una gran cosecha. Los corazones están listos. Tan solo faltan obreros. Los hermanos adventistas de Idaho invitan al resto de la familia de Dios en la Unión del Noroeste Pacífico para que se unan a su ruego: que el Señor de la mies envíe más obreros a su mies.