“Dígale al pastor que no se detenga de hacer lo que está haciendo para ayudarnos a sanar nuestras heridas emocionales con las enseñanzas de Jesucristo.” Éstas palabras salieron de los labios de una madre soltera para su amiga. Una de las noches ella pidió hablar con el pastor; él y su esposa la escucharon y la orientaron para superar una crisis depresiva que la atormentaba. Gracias al amor de la congregación ella quedó asistiendo a la iglesia. Ahora su amiga Luisa Alva no la trae, ella llega por su cuenta. Ya es de casa. La hermandad de Payette así hace sentir a todos sus amigos invitados.
Gracias a la iniciativa de uno de sus ancianos, el pastor y evangelista Carlos Guzmán, la iglesia decidió en preparación para Las Clínicas Para el Alma, volver a levantar el altar del Culto de Oración de los Miércoles por la noche. Además, 500 invitaciones se distribuyeron entre sus contactos, compañeros de trabajo, vecinos y familiares. Fue un trabajo de persona a persona. Y gracias a Dios el Espíritu Santo hizo el milagro. Cada noche hubo amigos invitados. Y de ellos, a la hora de la invitación para entregar a Cristo sus vidas, cuatro bellas almas decidieron hacerlo. Ellos son: Ruth Yessenia Uranga, Gregorio Juica y sus hijos, Janela y Jorge Juica. Cada uno de ellos es un triunfo del amor de Dios. Nuestra hermana Ruth se rindió a los brazos de su Salvador y empezó una vida nueva aferrada de su mano. Su mayor anhelo ahora es preparar a sus hijas para que ellas también sigan a Jesús como su madre.
El pasado 24 de febrero de 2018 el pastor del distrito llevó a cabo la ceremonia donde unos se unieron por medio del bautismo y otros por profesión de fe. Dos semanas después abriría sus puertas el nuevo Instituto Bíblico de Discipulado (IBD) de la Iglesia. Y así como Jesús después de ser bautizado empezó su ministerio, el hermano Gregorio Juica también empezó con entusiasmo a desempeñarse como sub director del IBD bajo la mentoría del pastor Carlos Guzmán. ¿Y las reuniones de oración de los Miércoles por la noche? La llama no deja de arder. Los nuevos miembros animan a todos a asistir a sus reuniones.
El pastor Juan Francisco Altamirano, coordina la labor de las iglesias de habla hispana en la Asociación de Idaho