Parejas viajaron desde todos lados de nuestra unión, desde las partes mas remotas en el sur como lo es Medford, Oregon, hasta las partes hacia el norte de la Conferencia del Alto Columbia. Desde sus mismos inicios, este evento fue intencionalmente saturado con oraciones y suplicas. Específicamente le pedimos a Dios que lloviera Su Espíritu, para que los participantes pudieran sintonizarse al corazón de Dios y a Sus propósitos para el matrimonio que es dirigido por Su Espíritu.
Puede ser que muchos de nuestros amigos no estén inmediatamente abiertos a asistir a un evento de evangelismo tradicional, pero, muchos quizá si estén dispuestos a asistir a un fin de semana matrimonial que ofrece enseñarles habilidades relacionales que les ayudara a crear una relación matrimonial más amorosa y saludable. Varios pastores visionarios decidieron aprovechar este evento y decidieron que de 20–40% de sus parejas registradas serian no adventistas. Este evento matrimonial incluyo seminarios inspiradores y enseñanzas prácticas y fáciles de poner en practica en casa. Los participantes fueron empoderados a desaprender hábitos relacionales destructivos y a reaprender maneras de practicar los principios fundamentales de las buenas nuevas del evangelio — el amor incondicional, la gracia, la compasión y el perdón. Los participantes fueron desafiados a desconectarse de falsas conexiones intimas para poder conectarse auténticamente con Dios y uno con el otro, para poder ejemplificar la unidad bíblica.
Es muy bien conocido que las familias solo pueden ser tan saludables como lo es el matrimonio. Por eso, el invertir tiempo, energía y recursos financieros en nuestro matrimonio es una de las formas mas efectivas para crear una familia saludable. Después de todo, nuestras iglesias, escuelas, y comunidades saludables están formadas por familias saludables. Familias cristianas saludables entienden que son centros de evangelismo donde los niños pueden crecer y desarrollarse física, espiritual y relacionalmente — como lo hico el niño Jesús (Lucas 2:52) — mientras que ellos se desarrollan y maduran en su amor por Dios, por ellos mismos y por los demás (Mat. 22:37–40).
Familias cristianas saludables crean y fomentan ambientes espiritual y emocionalmente saludables donde los niños son discipulados para establecer una relación personal con Jesús, en el contexto de un ambiente hogareño feliz donde ellos pueden experimentar plenamente el amor de Cristo — y no simplemente escuchar sermones o lecciones de la Escuela Sabática acerca de El. De hecho, una relación autentica con Jesús, se traduce en relaciones sanas con Dios, con uno mismo y con los demás.
Oramos para que usted considere no solo asistir, en un futuro, a un Retiro Matrimonial, sino que haga planes de invitar a una pareja no creyente, para que ellos también puedan ser bendecidos al encontrarse con el Autor de la auténtica armonía relacional, la paz, la alegría y el amor extravagante que El ofrece a todos los que desean experimentar Su amor sanador, y transformador.