¿Has alguna vez deseado ser testigo presencial de un momento histórico? ¿Ser parte de un episodio en la vida, que tiene la capacidad de marcar un antes y un después?
Después de décadas de contar con un solo distrito hispano en toda la Conferencia de Idaho, finalmente la administración de la conferencia local, con la ayuda económica del Unión del Pacífico Norte, decidió dar el salto de fe de organizar el segundo distrito de iglesias hispanas, con las congregaciones de Jerome, Twin Falls, Heyburn y Idaho Falls. Dios me ha dado el privilegio de ser el primer pastor asignado. ¡Wow, que privilegio!
Siendo pastor de este distrito he sido testigo de una verdadera tormenta de bendiciones. Déjenme enumerar algunas. En los años 2014 y 2015 tuvimos la oportunidad de organizar 18 campañas evangelistas en todo el distrito, y bautizar 17 almas para el Señor. Además, tuvimos un incremento acumulado del 43 por ciento y 38 por ciento en diezmos en el año 2014 y 2015 respectivamente. Para este año 2016, nuestros jóvenes han aceptado el desafío de organizar cuatro campañas evangelistas dirigidas por y para jóvenes hispanos de segunda generación, y han continuado con un plan agresivo evangélistico. Así mismo, la asistencia los sábados en estas iglesias se ha incrementado de forma notable, convirtiendo a estas congregaciones en verdaderos puntos neurálgicos de evangelización, crecimiento espiritual y solidaridad cristiana.
Quizás una anécdota que puede resumir lo que Dios está haciendo en este distrito es la de varias familias de hermanos que viven en Roberts (norte de Idaho Falls). Por muchos años ellos habían sido miembros de la Iglesia de la Reforma, y esporádicamente nos visitaban. Esto resultaba en encuentros muy hermosos, espirituales y afables.
Después de intercambiar reflexiones espirituales y meditar en el maravilloso amor de Jesús y su ministerio reconciliador, finalmente en junio del 2015, siete hermanos decidieron formar parte de nuestra iglesia per medio del bautismo en Idaho Falls. Desde entonces asisten regularmente los sábados un total de 12 hermanos que pertenecían a la Iglesia de la Reforma. Sé que Dios continuará, guiando su obra. ¡Alabado sea nuestro Dios!