“Sin embargo, algunos fueron tercos y no quisieron creer, y le hablaron mal del Camino a toda la gente. Entonces Pablo los dejó y se fue con los seguidores de Jesús a una escuela de un hombre llamado Tirano. Allí Pablo todos los días mantenía un diálogo con la gente. Así continuó durante dos años, de manera que todos los de la región de Asia, judíos o griegos, escucharon el mensaje del Señor” (Hechos 19:9, 10; Palabra de Dios para todos).
La evangelización no avanza sin retos. Sus desafíos dan oportunidades para formar líderes. En las palabras del doctor Lucas, el autor del libro Hechos de los Apóstoles, encontramos indicios de que el apóstol Pablo era un capacitador de líderes. Pablo, usando el diálogo como método de instrucción, enseñó de modo sistemático por espacio de dos años.
El trabajo de Pablo en Éfeso, proporciona un modelo para nuestras iglesias en la Conferencia de Idaho. Con el fin de equipar a los creyentes para el ministerio, se llevó a cabo la primera cumbre de líderes el pasado sábado 25 de octubre en el sureste del estado. La sede de este evento fue el salón de usos múltiples del templo donde se reúne el grupo hispano de Heyburn.
El pastor Gerald Margil convocó a los líderes de su distrito para tres fines: Primero INFORMAR sobre la visión y estrategias misioneras del Ministerio Hispano para el 2015. Segundo, ANIMAR la vena misionera entre los catorce asistentes, representantes de Idaho Falls, Jerome, Twin Falls, y Heyburn. Y en tercer lugar, FACILITAR primicias de materiales útiles que ayuden a llevar acabo la tarea, para el nuevo período eclesiástico.
Los recuerdos quedaron congelados en fotografías. Por primera vez se reunían los líderes del nuevo “Distrito del Sureste de Idaho”. Hacían historia. Sus sonrisas fraternas no fueron para derretir ningún hielo. Ellos se conocían, faltaba juntarlos, organizarlos, y crear una visión en concierto. El pastor Margil junto a su esposa, gracias a Dios, facilitan esa armonía. Se dedican a darle el mejor perfil al recién formado distrito. Apenas llevan cuatro meses de haber llegado al valle, y ya comparten con su rebaño la satisfacción de recibir a nuevos miembros en sus congregaciones. La nueva pareja pastoral también disfruta del Señor bajo su nuevo techo, porque una vez más, fue Él quien “extendió su brazo poderoso y su mano fuerte, porque su fiel amor es para siempre” (Salmos 136:12; PDT). ¡Gloria sea a nuestro Dios!